El hombre famoso por su gloria

  
«El hombre famoso por su gloria se perdió en un alma oscura; no pudo obtener victoria».

Todo lo que pudimos ser:
tú y yo, solos en el mundo sin importar nadie más.
Nosotros pudimos ser héroes;
ser como uno solo
en un mundo donde todos están divididos en más de tres.

Pudimos ser todo y en un segundo nos perdimos
como un sueño que se esfuma al despertar en el amanecer
y así despierto yo de una pesadilla…

Siempre estuviste tan seguro de que no te amaba,
mientras solo, sin motivo, por ti lloraba.
Fueron tantas mis lágrimas
que si la tristeza fuera veneno yo habría muerto.
¡Ojalá esta tristeza fuera veneno!
Sólo tres días y un infinito abismo,
tratando de esperar a que al menos tuvieras para mí un segundo…

Yo, encerrado en una burbuja.
Yo, sin entender la vida…
Tú no me llegaste a conocer nunca
y nunca pudiste entender lo que yo, loco
por estar tan cerca de ti, te quise decir.

Yo, encerrado en mi burbuja,
pero quien nunca entendió una sola palabra fuiste tú
y yo, esperando que despertaras
por mí (al fin), preferí asumir la culpa de alguien
que no se sabe expresar ¡para soñar con estar cerca de ti!

Tú, que necesitas sentirte traicionado,
necesitas sentirte desilusionado.
Eres adicto a eso como yo soy adicto a hacerme daño.

No te culpo por esto.
Finalmente, tus energías eran para seres
que te necesitaban más que yo, que ya estoy muerto.

En el momento de nuestro final,
me di cuenta de que eres igual a ellos.
Dijiste —eres una gran persona; vas a encontrar a alguien
que cumpla con lo que yo no tengo.
Eres tan inteligente…
¡Justo lo que la gente dice cuando me está abandonando!;
lo que todos usan para sentir que con palabras inútiles
no me están hiriendo.

Yo no fui menos cruel contigo.
Me arrepiento de haber sido tu estigma y de haberte herido.
Mis palabras destruyen y matan, siempre dañan,
y yo, con ellas, también maté lo que sentías por mí.
Tú, con tu distancia, mataste lo que sentía por ti.
  
Para R. A. E. P.
  
Morgan Le Sorcier. 17-01-11

Me hartas

  
Finalmente, esto es como una traición.
Yo te entregué todo lo que pude
aunque nunca te había visto.
Tal como es, te mostré mi corazón.
Fui muy paciente y soporté tu irritante forma de ser,
pero disculpa, ya no te puedo mentir.

Quise estar tan cerca; tú me dejaste tan lejos.
Parece que todavía pruebas mi carácter:
tocas lo prohibido e intentas jugar con mis sentimientos.
Te sirve para continuar con tu seudohistoria de dolor,
de caos, de amargura, de sufrimiento.
Piensas que eso te va a durar.

Me doy cuenta de tu juego,
de la grosera forma en que me subestimas.
Crees que todo va a estar bien, que será eterno,
mientras que en mi, el amor va desapareciendo.
Cada vez me aburre más tu discurso, tu fundamento.

Va pasando la tristeza y me hace menos daño
estar involucrado en tu drama falso.
Cada vez siento más ganas de correr, escaparme de ti;
no porque te tema, si no porque me hartas.
Contigo siempre la conversación llega al mismo fin.

Has consumido mi energía hasta dejarme sin salida
y cuando llegues a mi lado, esperando que te entienda,
me vas a encontrar totalmente cansado, sin ganas de seguir...
Mi hastío se muestra con tal evidencia;
va a ser imposible que no lo puedas percibir.
Me desilusionaste tanto… Ya nada más puedo decir de ti.
  
Morgan Le Sorcier. 17-08-10